Es muy rico orinar en la calle porque el genital fuera… pues bueno, no da calor, entendámonos. El efluvio es siempre un destierro energético. De la vida en flujo a la sequía como sal cavilada panza arriba en el pavimento. En mis zapatos de toda la semana. En la escapatoria de mi verdad diseminada. Y en el pequeño acto de no saber qué chingados.
martes, 6 de septiembre de 2011
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